Una película para la familia; un análisis con un poco de spoilers.
– ¿Ya pasó la parte del beso?
– No sé ¡Quería saber lo mismo!
Ese es el diálogo que tuve en el cine sobre la polémica escena ¿Voy a hablar al respecto? Claro, pero primero tengo que ir a lo importante.
Hecha para los fanáticos de “Toy Story”. La trama no tiene nada que ver con el clásico de nuestra infancia, pero no por eso es ajena. A lo largo de la historia nos vamos a topar con pequeñas y simpáticas referencias que nos van a hacer derretir de amor. Claro está que cualquier enfermo de las aventuras de Woody y Buzz disfrutaría de la película sin necesidad de que estos guiños estén presentes, pero de igual manera, el gesto que tuvieron Disney y Pixar con nosotros se agradece de todo corazón.
La peli nos permite, además, conocer el trasfondo de la vida de ese Buzz arrogante, agrandado e inseguro para así entender muchas cosas de su personalidad. “Lighyear” es para toda la familia porque mientras los más chiquitos se divierten con una historia plana y entretenida, los más grandes dejamos volar nuestra creatividad conectándola con lo que pasa en las otras cuatro pelis.
Una teoría muy copada. Al comienzo se aclara que lo que estás por ver es la peli que Andy vió, valga la redundancia, cuando era chico. Y es cierto, porque quién soy yo para contradecir a los creadores del film. No obstante, circuló en redes una teoría conspirativa que me encantó y que pude comprobar minutos después de que comenzara la movie: “Lightyear” es, en realidad, un live action dentro del universo Toy Story.
Las pelis de Disney cambiaron para siempre. Este quizás sea el mensaje más importante que me dejó. Disney decidió avanzar en su manera de plantear las películas, y no para hacerse los progres ni cumplir con los cambios de la sociedad actual, sino porque ya era momento.
En primer lugar, el polémico beso pasa desapercibido. Si quisieran hacerse los deconstruidos para quedar bien sería más marcado. Ocurren tantas cosas importantes y tan rápido que aún sabiendo toda la polémica que generó esta escena es prácticamente IMPOSIBLE notarla.
También muestran las mujeres desde un lugar muy piola y súper alentador para las generaciones que vienen, al mando de tareas que antes parecía imposible, con un carácter y con metas que cada vez coinciden un poco más con la realidad.
El panorama sigue siendo alentador: hay un hombre vulnerable, que se anima a querer, a expresar lo que siente, a dejarse ayudar; que lucha contra si mismo, contra sus miedos y su debilidades; uno que falla pero que jamás renuncia a lo que cree correcto, y que termina siendo rescatado por una chica sin necesidad de que el romanticismo se meta en el medio.
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