Sean Baker, el cineasta estadounidense detrás de películas como “The Florida Project” y “Tangerine”, continúa explorando personajes atravesados por la vulnerabilidad en su último largometraje, protagonizado por Mikey Madison y Mark Eidelstein, que arrasó en la temporada de premios al obtener cinco Oscars, incluidos los de Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz Principal.
“Anora” sigue a Ani (Madison), una bailarina erótica que inesperadamente se enamora y se casa con su cliente Vanya (Eidelstein), el integrante más joven de una familia rusa multimillonaria. Sin embargo, esta historia de amor está lejos de ser como la de “Pretty Woman”.
La comedia dramática es una montaña rusa de emociones donde el ascenso es fantasioso y excesivo pero en el descenso te rompe el corazón en mil pedazos, cuya atmósfera remite a la de “Uncut Gems” o “Good Time”.
Mickey Madison, conocida por su participación en “Había una vez en Hollywood”, es el alma del film. Lamentablemente el director, desde una mirada androcentrista, explota a la actriz y su personaje con excesivas escenas eróticas en los primeros 30 minutos.
“Anora” es eléctrica, caótica, agridulce y sobre todo desgarradora, que expone y reflexiona sobre la diferencia de clases, el dinero y el poder que tienen algunas personas sobre otras.
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