Estamos ante un nuevo estreno de temporada de El juego del calamar y ha generado mucho debate. Temporada tras temporada ha evolucionado y lo que comenzó como una feroz alegoría de la desigualdad social hoy se transforma en lo que algunos críticos consideran, un thriller político. Desde sus comienzos atrapó a miles de espectadores con esta historia tan cruda y macabra.
En la primera temporada el foco estaba puesto en la dinámica de los juegos y los participantes, en la segunda se hizo foco en la organización que había detrás del mismo, y ahora los seguidores de la serie están atentos al estreno y quieren saber qué diferencias hay con las temporadas anteriores, qué es lo que cambió. Y por eso te voy a contar todo lo nuevo y diferente que esta temporada nos trae.
Se vuelve un conflicto global
En la temporada 1 y 2 se desarrolla el conflicto central en el juego, sobre los jugadores y los que participan en el mismo. En la temporada 3 la serie ofrece un análisis más profundo y global sobre la sociedad en sí. La serie parece acercarse más a Mr. Robot o incluso a House of Cards. Se habla sobre el poder de las élites y quienes quieren desmontarlas. Toman protagonismo temas políticos, espionaje, redes internacionales, e ideologías. Por lo tanto, esta temporada podría considerarse la más profunda y que más aporta a la interpretación.
Del drama a la acción política
En las temporadas anteriores el juego era el foco central de toda la serie. Los espectadores esperaban ver cómo eran las temáticas y los sobrevivientes. En esta última temporada, el foco se pone en la acción. Persecuciones y enfrentamientos se vuelven centrales. La violencia en esta temporada es impredecible. En la primera temporada la serie se caracteriza por el género de tragedia, en la segunda temporada se agrega drama y misterio. Pero la tercera adopta un tono más oscuro y político, incluso tiene una estructura de género de thriller.
Aumento del presupuesto y producción
En las temporadas anteriores el simbolismo era clave, colores y figuras geométricas abundaban. En esta nueva temporada eso se desarrolla aún más, convirtiéndola en una superproducción internacional, se nota un aumento de presupuesto, locaciones en diferentes países y escenas de acción más desarrolladas.
En la primera temporada hubo más ingenio que dinero , incluso su director reveló en entrevistas que al principio el objetivo de la serie era ser una crítica social más que un producto de entretenimiento masivo. En la segunda temporada al ver el éxito que tuvo con el público, los recursos se duplicaron, y esto fue notorio en la expansión de escenarios, la mejora en efectos especiales, hubo más escenas en exteriores, cámaras móviles y una estética más dinámica. La tercera temporada se convirtió en una superproducción internacional. Contaron con un presupuesto muchísimo más alto y con equipos técnicos de prestigio. Sin embargo, estos aspectos recibieron críticas por parte de los espectadores más fanáticos diciendo que se perdió la esencia de la serie, y que les parecieron más perturbadoras las escenas con simplicidad y simbolismo.
Se profundiza la crítica del dinero y el poder
En la temporada 1 la serie desarrolla y profundiza en un mensaje y análisis sobre las clases sociales, donde los poderosos aprovechaban esas diferencias y empujaban a los más necesitados, por diferentes motivos, a competir por dinero, aunque su vida estuviera en riesgo.
Todo se centraba en lo que algunos estarían dispuestos a hacer en la desesperación por dinero, y cómo esto es aprovechado por personas con poder. En la temporada 2 la serie decide profundizar en estos aspectos e incluye a la organización que desarrolla el juego, los focos de poder, y el aprovechamiento individualista. Pero en la tercera temporada evoluciona todos estos aspectos al máximo y ofrece un mensaje más profundo y enriquecedor. Cuestiona no solo el juego, sino el sistema, y muestra la violencia como un negocio, y no solo como un espectáculo. Nos lleva a reflexionar sobre todos esos poderes que manejan la sociedad, y nos brinda una visión más real que solo el juego que ofrece en la primera temporada.
Cambios en dirección de arte y ritmo narrativo
En la primera temporada la serie tenía un estilo sobrio, con encuadres estáticos, casi teatrales, se mostraban planos generales para mostrar la vulnerabilidad de los personajes. Los episodios tenían un ritmo que permitía la conexión emocional con cada personaje. En la segunda temporada la cámara adquirió más movilidad, haciendo planos secuencia, y adquirió nuevos escenarios y dinámicas en la historia, como mostrar el mundo que había detrás de los juegos. En su lugar, la tercera temporada adquirió un ritmo que se asemeja más a la acción y el espionaje, se hizo un gran uso de cámara al hombro, drones, y efectos de profundidad de campo más marcados. Los escenarios se volvieron más realistas. La escenografía ya no busca solo un impacto simbólico, sino que adquiere credibilidad del espacio.
Sonido y efectos especiales: el cine invade la serie
Por supuesto que todos estos aspectos mencionados anteriormente se reflejan también en el sonido y los efectos especiales. En la primera temporada el uso del sonido era minimalista, había una fuerte presencia de sonido ambiente y silencios intensos. Optaron por generar impacto musical a través de la famosa canción “Fly Me to the Moon” en versión instrumental, que generaba un contraste inquietante con la violencia. La mayoría de los efectos eran prácticos: sangre, explosiones, caídas. Se usó CGI solo en casos puntuales, como las multitudes o el ambiente de ciertos juegos.
En la segunda temporada pudimos notar cambios en el sonido, y se agregó música de tensión, efectos digitales. Todo esto hizo que el diseño de sonido cobrara un rol más activo. El CGI se volvió más frecuente para representar escenarios más complejos. Aun así, se mantuvo el esfuerzo por usar efectos prácticos cuando era posible.
En la tercera temporada, la música adopta un rol más protagónico. Hay composiciones orquestales, temas propios para personajes, y un diseño sonoro sofisticado que recuerda a películas de espionaje. El sonido guía el ritmo narrativo como en una gran producción de acción. La tercera temporada hace uso intensivo de efectos digitales: simulaciones de estructuras, escenarios generados por computadora, fondos digitales y retoque de escenas complejas. Se nota la integración de tecnologías de producción virtual (como pantallas LED o entornos digitales en tiempo real), lo que permite crear mundos más detallados sin perder realismo. Definitivamente, El juego del calamar es una serie que ha evolucionado temporada tras temporada, convirtiéndose en una superproducción internacional de lo más visto. Las ganancias de la serie se han duplicado en cada estreno y en todas las temporadas ha logrado posicionarse satisfactoriamente en el público. Sin dudas, te recomiendo ver esta última temporada, porque la acción te atrapará.
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