Testimonios de gente que, como yo, creían que ciertas ficciones simplemente no fueron hechas para ellos.
“No sé andar en bicicleta” y “Nunca vi Harry Potter” son dos frases que dije en público y que me trajeron problemas más de una vez. Me cansé de que me miren raro y se sorprendan por eso ¡Tuve una infancia muy feliz! Solamente omití esos dos capítulos.
Se que es raro, pero también sé que no debo ser la única. Lo que me llama la atención es que jamás tuve intenciones de verlas… Y así llegué a los 25 años sin siquiera saber bien de qué se trataba (ni sabiendo subirme a una bici).
Después de años y años de insistencia por parte de mi marido que es super fan, la semana pasada hicimos un pacto: tenía que mirar la primera peli y si no me gustaba, él jamás me volvería a joder para verlas. Cumplí mi parte y por ahora él con la suya.
No es que no me haya gustado, solo que no estoy ansiosa por ver la siguiente y la siguiente. Obvio que lo voy a hacer, porque fue muy fácil encariñarme con la historia y con los personajes, y hoy entiendo por qué generó lo que generó en el mundo.
Yo estaba convencida de que verla con 25 años iba a ser en vano. Que ya era tarde para mí. Pero tuvieron que pasar pocos minutos para darme cuenta que estuve siempre equivocada, porque lo pude disfrutar igual.
Cuando arranca la peli y Harry va descubriendo los poderes me acordé de Matilda. Me sentí una nena otra vez. Estaba completamente fascinada. Y creo que le mejor de la película fue la enseñanza que me dejó: nunca es tarde para un clásico.
Abril (23) se sintió un poco igual que yo pero con el mundo Marvel. Consideraba que “ya pasó de todo”, que nunca se iba a poner al día porque eran muchas películas y le iba a llevar mucho tiempo verlas. Pero en medio de una cuarentena tan larga, viendo además que todo el mundo hablaba sobre ellos, un día se preguntó ¿Por qué no?
Después de adentrarse en este Universo, Aby llegó a una conclusión emocionante: “Siento que si quisiera podría ver las otras pelis que no empecé por ser tarde. Tipo ya no tengo esa excusa”. Algo similar le pasó a Valentina (14). Siempre le habían llamado la atención y veía que en Tik Tok todos hablaban, así que un día comenzó a interiorizarse y se preguntó “¿Por qué no vi esto antes?”.
Lautaro (25), por su parte, no dudó en que tenía que darle play a un clásico argentino: Okupas. Es que el furor que existió en redes por la “vuelta” de esa serie un poco te obligaba a querer verla… pero quizás no fue lo que él esperaba.
Vio un par de capítulos, la colgó unas semanas y después de varios “¿Terminaste Okupas?”, “¿Cómo que no la seguiste?”, dijo “Ok. Está bien, hay que mirarla”. Y hoy por hoy, no se arrepiente.
“Un clásico parte de una conversación. Hay cosas que si no las mirás, te quedás afuera. Lo mismo me pasa con Esperando La Carroza. Es un clásico que todavía no vi y hay chistes entre amigos o conocidos que capaz no entiendo”, confesó.
¿Y vos? ¿Qué cuenta pendiente tenés?
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